Textos paratácticos

Una de las clasificaciones que se hacen sobre tipos de texto los distinguen entre sintácticos y paratácticos. Como se sabe, la sintaxis es una disciplina (subdisciplina, según algunos autores) de la lingüística –y más particularmente de la gramática- que estudia la forma en que se combinan las palabras cuando se arma un discurso y las relaciones que se establecen entre sus distintos elementos.
La teoría dice que el orden lógico de una oración es sujeto más predicado (verbo, objeto directo, objeto indirecto, circunstancial), del tipo “El juez leyó la sentencia al acusado”, misma que puede enunciarse de diferentes maneras según la intención de quien la dice: “Al acusado leyó la sentencia el juez”, “La sentencia, al acusado, leyó el juez”, “El juez, al acusado leyó la sentencia”, etc., siendo todas sintácticamente correctas, no así por ejemplo “El juez leyó sentencia la acusado al”. Es decir, la sintaxis constituye la estructura con la que le damos coherencia y fluidez al lenguaje, elementos fundamentales para comunicarnos.
En la vida diaria nos topamos por todos lados con textos que tienen o una sola palabra o varias o muchas, pero que carecen de relaciones entre ellas, esto es, que no está coordinadas entre sí, que no tienen sintaxis: son los textos paratácticos.
Un texto paratáctico de una sola palabra (llamados unidimensionales) puede bastar para trasmitir un mensaje coherente; es muy usual por la economía y rapidez que representa tanto hacerlo como leerlo. En un mundo lleno de letreros, hemos aprendido a interpretarlos sin necesidad de más explicaciones. Palabras como “damas” en una puerta basta para darnos el mensaje que lleva implícito: “este es el baño para las damas”. “Empuje”, “Alto”, “Cafetería”, etc., son otros ejemplos de textos paratácticos de los muchos que todos los días nos ayudan a movernos en el mundo.
Los textos paratácticos de dos o más palabras (bidimensionales) son más complejos pues implican la lectura de dos o más elementos que aparecen juntos, pero que no guardan relación sintáctica entre sí. Un ejemplo sería la credencial para votar. En la parte de arriba aparecen los datos de quien la emite; después, un apellido, el otro y el nombre; enseguida, el domicilio: la calle y su número, la colonia, el municipio; más abajo una serie números y letras con diferentes informaciones. El conjunto de los elementos le da coherencia al documento pues cada parte aporta un dato, pero esas partes funcionan por separado, cada una tiene su significado y no se establecen entre ellas las relaciones que se dan, por ejemplo, en un texto como el del juez que lee la sentencia. La forma de redactar los ya casi inexistentes mensajes telegráficos sacrificaba la sintaxis por el ahorro que representaba escribirlos paratácticamene.
La lista para comprar la despensa, una agenda, el directorio, los carteles, los recibos o estados de cuenta, y un sinfín de mensajes se estructuran de esta manera. Pese a sus limitaciones ante los textos sintácticos, los paratácticos cumplen una importante función en la comunicación; de hecho, la lógica nos sugiere que el principio de la escritura debió darse mediante textos de este tipo. ¿O no?

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